¿qué es la magia para ti?

Estás profunda. Cuidado. No, la magia es la vida, yo creo. Que estemos aquí hablando, que no sepamos qué es esto de la vida y que cada uno jugamos a obviarlo y hacer una vida como normal en este caos que es el universo, en el que no sabemos muy bien qué pintamos aquí. Esa es la magia. Después ya podemos entrar en lo que es mi oficio. Y mi oficio para mí es un arte escénico. Antes lo la magia es muy bien, que al final la magia siempre se ha visto como un poco BBC, de bodas, comuniones, banquetes, tal, y no ha tenido impacto en el sector teatral y siempre ha sido como un arte menor, en comparación a la danza, al teatro, a los musicales. Y yo creo que la magia tiene un potencial enorme. Yo lo reivindico continuamente y de hecho, en mi espectáculo, lo reivindico de manera activa, porque para mí la magia tiene algo transversal, que es que nos igual a todos. La magia igual a un adulto con un niño y se sienten de la misma manera y es una de las cosas que a mí me gusta, que pueda venir una familia y que el padre con el hijo, con el abuelo, todos se puedan mirar con la mirada del asombro y de sentirse niños otra vez.

Sí, claro, es eso, lo que tú decías, que la interpretación está superbien valorada, el baile, el canto, pero parece que la magia era eso, que te pillabas el mago para la comunión y mucha gente pensaba que para esto están los magos, para hacer cuatro trucos, y coño, al final le hacéis espectáculos que dura mucho y que lo ven millones de personas. ¿Cuántos millones de personas calculas que han visto tus shows en teatro, no por televisión?

Este último, tres millones hemos cumplido ahora. Tres millones de personas en Nada es imposible, que es el show de magia me has visto. De la historia, ¿no? Sí, de la historia. Y La Gran Ilusión, un millón y algo, que en su momento yo creía que iba a ser insuperable, porque son cifras que ni los grandes musicales, son cifras que llenan de ilusión, porque nada es imposible. Lo hago desde 2017, hago 500 shows al año en teatros de más de 1000 personas. Las entradas, ostras, para una familia, son entradas de 90, 100 €.

Claro, que no es barato.

Claro, y en Broadway más, en Broadway 300. Y el teatro lleno todos los días, lo cual habla muy bien de una cosa que a mí me fascina del teatro, que es el boca-oreja, esa cosa tan democrática que tiene el teatro, porque al final uno lo piensa y dice: Ostras, ¿cómo podemos vender más entradas que que son muchísimo más conocidos, probablemente, o artistas que llenan estadios, Justin Bieber, no sé qué, pues al final es por el boca-oreja, al final te das cuenta de que ellos, siendo estrellas mundiales, el mundo de la música tiene muchísimos artistas. Pero el mundo de la magia, al final, es una cosa que alguien que le interese la magia puede un día ver un espectáculo de magia. Y si vas a ver uno, al final, si tú estás entre los espectáculos más grandes o más importantes, tienes la oportunidad de que vengan.

Tres millones. O sea, ¿tú recuerdas la última vez que estuviste en un teatro y no estaba lleno?

Pues yo te diría que hace 13 o 14 años. ¡Fua! Dios. Sí, sí, sí.

O sea, que no haya ni cinco sitios, lleno hablamos.

Sí, yo creo Cuando hay cuatro o cinco, normalmente es por el porcentaje de gente que no viene.

Si alguien se ha puesto enfermo o lo que sea.

Pero sí, sí, te diría que hace más de...

Que haya un hueco ahí gordo hace 13 o 14 años.

Sí, sí, sí. Eso es una barbaridad y nunca me lo hubiera imaginado, porque además yo vengo, como tú decías, de hacer teatros en la mostra de Igualada, aquí. Y hacía bolos para familias y para teatros de 50 personas, y lo disfrutaba un montón. Y de hecho, yo recuerdo, pues, a actuar para Avento 30 y pensar: Ostras, si algún día puedo vivir de esto, porque en aquel momento ni siquiera vivías de eso.