Hostia, Javier Santaolaya, no me lo puedo creer. El más esperado de la noche. El tío más gamberdo de Gran Canaria, no me lo puedo creer. Javi. ¿Pasas por aquí? No, perdona. ¿Las luces también? Vete, porque es que yo traigo a otro Javi Santaolaya. ¿Verdad? Sí, uno que es obrero de la construcción. Me ha contado... ¿Javi, bien? ¿Preparado? Sí, me gusta. Ese me gusta. Estamos ya...

Nadie me puede sustituir. Nacho, tú en verdad eres parte de la gata.

Tú y yo somos intercambiables. Qué grande, Nacho, sí señor. Voy a contar una historia. ¿Cómo conocí yo a mi enemigo, marché enemigo, en H-T? Yo lo conocí por ti. Claro. Yo, cuando empecé el podcast, lo empecé dos semanas antes de pandemia. Yo tenía un equipo. Y el equipo venía de tele y no me pillaba el rollo internet, no acababan de entender la realización. Entonces, entra la pandemia, yo hago podcast en casa y lo hacía todo yo. Me grababa, hacía las miniaturas, los cortes, o sea, infernal. Pero como la pandemia no tenías nada más que hacer, digo: Vale, okey. Y cuando se acaba, yo digo: Necesito alguien para para abejar y para insultar, y no fuertes tú. No, necesito alguien que me ayude. Y yo hice como una petición pública, rollo: Oye, busco un realizador, ¿qué tal para el podcast?. Y me escribes tú, que nos conocíamos. Y habías venido al podcast. De hecho, fuiste de las primeras.

Claro, es verdad, fue como la siete o la ocho. Sí, sí, sí. Y entonces te dije: Oye, tengo a uno.

Sí, me dice: Mira, que yo conozco tal a Nacho. Y además, se pone el teléfono: Hola, ¿qué tal? Este es mi hombre. No, el teléfono es rojo. Digo: Hola, ¿qué tal?. Y digo: Hostia, me das miedo, o sea, ¿quién eres tú? El que es del FBI. Y tal, y hablamos, fenómeno. Y estoy muy agradecido que Rocío me haya presentado a Nachete.

Soy la Celestina.

La Celestina, Nacho. Ahora, la Wije, no reirás tanto, crack. Estará muy guapo el momento.

Qué guay, 8000 Wijas, a mí me encantan.

A mí me Y yo he hecho en mí y nunca ha pasado nada, también te lo digo.

O sea, si se ha movido, pero claro, ¿cómo es? A mí se me han movido todas. ¿Seré yo con el dedo?

No lo sé. Pero, ¿por qué lo dices como tan gratuitamente? Porque eso es muy fuerte.

Pero yo tenía un ángel de la guarda y todo. ¿Cómo? Se llamaba Yoka. Ahora estoy Estoy confesando.

Me encanta eso. O sea, sabes que estás viendo con una debilidad absoluta. Ahí es verdad, ya no tengo credibilidad. Acabas de decir que tienes Ángel de la Guarda.

Tenía, yo no sé si me abandonaba hace muchos años ya.

Ya vas floja. Javi, carrileando. Javi, carrileando el debate. Hasta allá estoy.

Grande, Javi. Nada, nada, tranquilo, todo está en orden.

¿cuál es tu isla de las Canarias favorita? ¿Aprender ese compromiso? Sí. La siete. La siete, venga hombre. Venga hombre, por favor. Gran Canaria, grande. Y Balanzarote, amigos. Bueno.