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[00:00:04]

¿Entonces, cómo le conociste? Esa es la cuestión.

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Hostia, eso es increíble. Yo conocí a yados hace como seis, siete años, algo así.

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Vale. Entonces él estaba en su primera carrera.

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Él era un influencer de fitness. Tú te encontrabas en sus perfiles, cómo hacer ejercicios, él te tiene buen físico. Y bueno, a ver, tampoco no es física cuántica esto. O sea, cómo hacer un curl de bíceps, cómo hacer espalda, etc. Bueno, era eso, era un puro influencer del tema fitness, nada más. Ni tenía lo de 1 millón historias. Y yo estaba en EE.UU. yo pasé medio mes en las Vegas y en los Ángeles. Y yo supongo, porque no me acuerdo exactamente cómo me contactó, pero supongo que subí algún stories o subí algún reel o algún vídeo en las Vegas. Él vivía en las Vegas en ese momento. No sé dónde vive ahora. Vivía en las Vegas.

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Miami.

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En Miami hasta ahora. Pues ahí vivía en las Vegas. Y me escribe y claro, un verificado, tal, no sé qué. Ya dos. Un perfil que llama la atención. Digo flipado. No tenía ni idea de quién era él porque no era muy conocido.

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¿Cuántos seguidores tenía más o menos?

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Te mentiría si te dijera el número porque me suena a rollo como 200000, pero con muy poco engagement. Lo que sí que había muy poco engagement, 1500 likes por fotos. Muy poco, muy poquito. ¿Lo veo, tal, no sé qué coño es de Paola, quieres vernos en las Vegas? Y no sé qué. Y miro un poquito, digo este flipao, qué pereza me da. Porque el estilo, ahí no habían lambos, ahí no habían culos, etc. Era él haciendo deporte. Pero es verdad que el estilo que tenía era como me da un poco de pereza, pero como las Vegas es muy divertido cuatro días, pero estarte ahí muchos te empiezas a aburrir. Yo estaba sin las palas y pensé Oye, que venga un rato después de cenar. Le conozco. Si saco algo bueno del tema Ÿousand bueno, lo que saco para poder decirme algún sitio guay donde ir o alguna historia. Y si me aburro, pues bueno, crack, encantado. Y me pido. Vino con un colega. Vino con un colega que el tío tenía un concesionario de coches de lujo en las Vegas. Yo en ese momento no no ate cabos porque no había el tema lambos ni tema histórico.

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Claro, claro. Vale. Pero bueno, vienen los dos y aquí tengo que ser sincero, el tío fue majísimo. O sea, me cayó de puta madre. Ÿ Educado, normal, súper normal. Cero excéntrico. Hablaba como una persona coherente. No había pero era raro todo este excentricismo de ahora. Hablaba con la persona qué tío. Hostia, qué guay. Tío, que estás aquí en las Vegas, está muy bien para vivir, deporte, tío, que es bueno hacerlo, no sé qué. Una cosa muy de verdad. Claro, cuando luego lo vi al cabo de los años ÿ, yo le perdí la pista. Y cuando lo vi luego con esto dije, hostia, míralo. Bueno, te cuento. Estábamos ahí y me dijo él en ese momento lo que ganaba pasta era haciendo asesorías físicas, que hasta aquí está bien, tú pagas, él te dice más o menos cómo comer y cómo hacer deporte. Y me dijo, tío, déjame llevarte gratis, pruébalo, tal, no sé qué. Y dije, bueno, nunca nadie me había llevado el entreno ni la comida, que tengo que perder lo mismo. Pues sí, estuvimos un mes, mes y pico. Y es verdad que lo que me dijo no era ninguna tontería, tampoco era ninguna locura.

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Eran cosas que tú buscabas un rato en Google, un push pull legs, una rutina de ejercicios que estaba bien, pero bueno, ahí no había estafa. Ahí era un tío que hacía asesoría de fitness como tantos otros. Lo que pasa es que luego empezó a cambiar el Instagram al cabo del tiempo, al cabo de un mes y pico ya paré de hacer eso porque ya me lo hacía yo solo. Y digo, bueno, tampoco no tiene mucho misterio, sé cómo comer Ÿ, sé cómo hacer ejercicio. Y ahí empecé a ver, hostia, me empezó a dar una pereza el Instagram porque empecé a sacar a su mujer todo el rato a la otra, el lambo, you know. Cuando ella sacó lombillo, lo dejé de seguir, sin mal rollo, lo dejé de seguir porque pensé, esto ya no me interesa tampoco. Pensé que nunca iba a llegar a ningún lado. Y alguna vez me escribió, pero nunca le contesté. Ya para enviarme una proteína, porque él tuvo una marca de proteína en una época. Sí, o de productos típicos de gimnasio. Y no le llegué a contestar porque eso es el perfil ya me empezó a dar pereza. Es verdad que era un tío en el mundo fitness muy odiado porque había mucha caza en ese momento de chuzados, de quien mete asteroides sin decirlo.

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Pero es verdad que él asteroides sí, para que no esteroides, porque así se decía, para que no te meta sin decirlo. Pero es verdad que él nunca dijo sí, sí o sí no. Él no decía nada. Entonces, en ese caso, ahora con los no, él ya lo ha reconocido. Eso se lo ha reconocido. Es que quien sepa un poco de eso es imposible que no haya usado.

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Claro, pero fakear eso no. ¿Si eres del fitness, tú al final tienes que promover que lo que haces es real, no?

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Esto es otro debate. Claro, a lo mejor si alguien. Claro, es que él era instructor, digamos, ahí sí que yo creo que lo lógico es decir no vas a conseguir mi físico, sino otras personas que hagan lo que quieran. Bueno, dejé de seguirlo y luego al cabo de unos años, incluso me acuerdo que nos hicimos una foto ahí en las Vegas. Es que de verdad que pensé foto estará por ahí seguro, seguro. De verdad que yo pensaba que era un personaje ya terminado. Bueno, tenía poco engagement. Es imposible que fuera millonario en ese momento. Es imposible. Sé lo que se cobra por asesoría física, sé cuánta gente más o menos le seguía y cuánto engagement. Es imposible que en ese momento tuviera cinco lamborghinis, un reloj de medio millón de euros. Es imposible. Ahora sí que ganará esa pasta en ese momento. Ahora sí.

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Él ha empezado fakeando cosas hasta que.

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Lo ha hecho real, que no tenía mucho engagement.

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Él dice que realmente ya era millonario.

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Con lo del fitness o tenía otro negocio.

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Esto casi lo hace por amor al arte.

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Los coches. Cuando ya vi lo de los coches, que conocí a un tío que me decí cuando vengas a las Vegas súbete en el lambo, no sé qué, dije ah, a te cabos. Pero claro, yo lo perdí hasta que empezó el meme. Y a mí me reconozco que me hizo gracia porque era tan surrealista.