Lo básico, para la gente, incluso, que no te conozca. O sea, ¿tú, realmente, con qué te has hecho conocido? ¿Qué es lo que tú haces en internet?

Pues empecé y hice un viaje... La idea original era dar la vuelta al mundo en moto. Estuve ahorrando muchos años desde chaval, que era un sueño que tenía, y comencé el viaje por África. Una vez que estaba en África, me di cuenta... Yo tenía un presupuesto y una idea de estar unos dos años para dar la vuelta al mundo entero. Cuando entré a África, vi que en dos años que no me iba a dar tiempo a llegar a conectar con la gente y con los lugares. Por lo tanto, al final, me acabé quedando dos años por África, recorriendo la moto a ambas costas, en una Honda trans al 6 y medio, una moto viejecilla del 2005, carburación, sin mucha electrónica, una moto humilde. Y empecé a grabar, no tenía ni idea de grabar, no tenía ni redes sociales. No tenías nada. Nada. Unas semanas antes me abrió las redes sociales y dije: Pues mira, lo voy a grabar. Siempre he hecho viajes y luego se pierde por el camino. Tus amigos o tus familiares te preguntan. Y dije: Pues mira, voy a grabar, voy a ver qué sale aquí. Y recuerdo llegar a Marruecos, parar un hotel, tenía un tutorial descargado en el ordenador de cómo editar.

De un latino, por favor, ola, ¿cómo están amigos?

No, era de Rubén... Pero de estos me vi unos cuantos, Rubén Gúo, si no me equivoco. Eso es increíble. Sí, sí. Y aprendí ahí, como pude, hice el primer vídeo y poco a poco fue cuajando y fui haciendo vídeos, fui aprendiendo. Me vi todo lo que vi en YouTube, latinos y no latinos, ingleses, rusos. Y al final encontré mi manera de contar. Vi que me gustaba más de lo que pensaba y recibió buen feedback, a la gente le gustó y también me metí en según qué sitios que igual no se habían visto mucho o estas aventuras tan locas. Y ahí fue un poco cuando el canal creció con mucho trabajo, con mucho tiempo, acabó creciendo y, por lo que tú decías, cuando me me lo llegué a conocer, pues fue ahí.

Claro, ¿tú al principio con qué grababas? ¿Tenías alguna camarita o ibas con el móvil o con una GoPro típica, algo así?

Mi primo, que había trabajado para GoPro, me regaló una GoPro, no sé si era la tres o la cuatro, que tenía por ahí vieja, y me compré una cámara. Parte de los ahorros los guardé en comprarme una cámara y un dron. Compré el primer Mabic, que era un poco así de aquella manera, pero bueno, me seguía. Y bueno, sabía que quería contar lo que necesitaba de estas cámaras y básicamente iba con esta camarita, con esa GoPro. El móvil grababa algo, pero no grababan tan bien. Y bueno, al final también me di cuenta que no era tan importante la cámara o la calidad de la cámara, sino esa historia contada de manera natural.

Sí, sí. Al final lo que tú haces... Te puedes hacer de dos maneras. Una muy documentalista, que a lo mejor o gente así, es como que es muy televisivo y un rollo, lo tuyo que es como más en primera persona. Podríamos decir, ¿no? Cámara en la moto, tira millas y lo que te vas encontrando que es totalmente improvisado.

Sí, visualmente igual es menos estético, menos documentalista, aunque también he empezado a hacer algo y hay algo por aquí que también me llama la atención, pero es la realidad. No es enseñarte el clima en Yaro, pero es igual enseñarte el camarero que está abajo cocinando y que te cuenta la historia de cómo ha traído sus hijos, del país de al lado, cómo es que fue la guerra. Entonces, es este país más cercano, más real, más humilde, más de gente de clase baja y un poco esta vida real, con la que yo me siento cómodo con toda esta gente, conecto y vamos grabando y contando historietas.

Ahora, tú ibas entonces, entiendo que también con tu portátil para la edición, que también es una locura, llevarte un portátil a según qué rutas te habrás hecho y todo, que lo tenías bien protegidito cuando había lluvia, cuando había monzones o cuando había algo así.

He destrozado el El portátil me lo dio la antigua empresa que estaba trabajando. Les conseguí convencer para que me lo dejaran. Era un portátil justito. Le instalé Premier pirata.

Bueno, sí, todos lo hemos hecho.

En los primeros años. Y lo reventé. Creo que me llegó hasta Sudáfrica. Le compraba fundas, compraba como... No es tan fácil en África encontrar muchas veces. Aquí vas a cualquier lado y tienes mil fundas. Allí me las tenía que hacer yo. Igual compraba un cojín, lo sacaba con un machete que me compré y le hacía mis funditas y aún así, pues iba machacando. He machacado el material. La cámara creo que me duró. Era buena, que era mala, pero para mí era buena. Me duró creo que bien un mes hasta que le entró a la araña detrás del sensor, ya no delante, sino detrás de las vibraciones y del polvo. Ya está muerta. El material lo he machacado.

Es lo que hay, al final. Y ahí cuando tú machacas un portátil en medio de África, como consigues otro.

Eso fue difícil. África, uno de los grandes retos a los que me enfrenté, es que todo lo que se rompía para mí era un quebradero de cabeza gigantesco. Cualquier chorrada que aquí te da igual, que te metes en Amazon y cinco minutos la tienes, ahí rápidamente me di cuenta que cualquier piececita, cualquier El soporte de la GoPro para el casco, era una odisea.Es una tontería, ves tú.Sí, pues una odisea. A veces, incluso me fue más fácil. Tenía mi madre en el ordenador, investigó cómo mandar paquetes hacia allí, me mandaba de vez en cuando algún paquetillo con algún disco duro que se me había roto, algún cable que me faltaba, alguna piececita para el dron que se me iba rompiendo. Y encontrar piezas allí es bien complicado. En Sudáfrica, por ejemplo, sí que conseguí encontrar el portátil, que Sudáfrica está muy desarrollado, pero es compleja.

Hanesburg, entiendo, o Ciudades del Cabo, las ciudades grandes de Sudáfrica. Claro, si estás ahí en de Kenia, en una carretera de arena, ahí te jodes.

Capitales. Al final tienes que buscar la capital, que la capital sí que está muy desarrollada. Al final las capitales son burbujitas muy desarrolladas y creo que cada vez más en los últimos años. Lo has notado. Sí. Hace poco que estaba, por ejemplo, en una ciudad grande en Irak. Estaba el Starbucks aquí, el McDonald's allá, Rascacielos.Irak, fíjate.Sí. O sea, cualquier ciudad grande, cualquier capital de país, si a ti te sueltan mañana sin escuchar el idioma, con los oídos tapados y sin leer el este, no sabes decir en qué continente, si no ves a la gente, en qué continente estás o esto. Al final hay gente con poder adquisitivo muy alto en estos países. Está muy mal repartido, pero el que tiene pasta, tiene mucha pasta. Y al final hacen su burbujita en la ciudad con todo. No les falta, por lo general, de nada en las capitales.

Y claro, ahora hemos visto cómo te haces conocido, pero ¿cómo te da a ti por cambiar tu vida por completo? Que al final, yo también te quiero preguntar, incluso económicamente, cómo pensabas... Porque claro, esto de que te vaya bien con YouTube es una cosa un poco también que te ha salido porque sí, pero entiendo que no era tu plan inicial. ¿Por qué decides cambiar tu vida? Tú tenías un trabajo normal, ¿no?

Sí, trabajaba en una oficina, en una startup allí en Mallorca, de buen horario. Tenía un grifo de cerveza, me acuerdo que giraba y tenía un grifo de cerveza. Teníamos ahí juegos. O sea, era un ambiente...

Sí, típica empresa en Silicon Valley, moderna, de estas ahí... Claro, pasas de eso y decir: Bueno, ¿sabes qué? Voy a tomar por el culo mi moto y voy. ¿Por qué?

Era un sueño, es un sueño que traigo desde pequeño. Siempre me ha gustado la aventura, me han gustado las motos, me han apasionado desde niño. Y cuando empecé la universidad, he ido haciendo pequeños viajes de varios meses por Asia y por otros lados, por Europa. Y cuando empecé la carrera, recuerdo que al día siguiente me compré la típica huchita de cerdo que da pena perder, la tienes que romper para sacar.Ya no se lleva eso.Ya no se lleva.

Yo tenía huchita también, clic, clic, clic.

Eso, y es la mejor manera de ahorrar. Y cuanto más Si te da la tarjeta de él, más pena te da romperla y más aguantas. Y empecé a ahorrar poco a poco, trabajando donde podía, como podía, haciendo mis cosas, buscándome la vida. Fui metiendo dinero poco a poco. Sabía que tenía muy poco presupuesto y mi manera de viajar era con muy poco presupuesto. Y todo esto sale, yo creo que el origen de todo es que vi un documental de Ewan McGregor, el de Star Wars, y Charlie Burman, un amigo suyo, Héctor, también. Se dieron la vuelta al mundo en tres meses en moto.

Sí, claro, Ewan McGregor es superaventurero. Es una estrella muy diferente a lo habitual.

Y por eso me gustó. Y vi que hacían este viaje. Yo lo vi y tenía 12, 13 años, lo vi en la tele ahí un día haciendo zapping y dije: Hostias, yo quiero hacer esto. Y desde entonces me cambió el chip con 12, 13, 14 y empecé a hacer todo en mi vida. Empecé a girar a las motos y a preparar estos viajes de aventura, que era lo que me hacía. Yo qué sé, mis amigos iban de vacaciones a cualquier lado. Yo me guardaba esos 200 o 300 eurillos a mi hucha para el viaje. Y poco a poco fui ahorrando. Empecé a trabajar luego en esta empresa en Mallorca. Consiguí ahorrar lo justito para salir y viajar muy barato. Iba con mi tienda de campaña.

Era un mochilero puro. Sí.

Vamos. Diez euros allí para mí, era una fortuna. El día que tenía que pagar diez euros de más, era un dineral, intentaba acampar todo lo que podía, tenía mi cocinita y bueno, ahí todo cogió forma, terminé la carrera, ahorré ese poquito más y dije: Me voy a dar la vuelta al mundo en moto, que para eso llevo ahorrando cuatro años.

¿moto por qué? ¿Qué es lo que para ti era tan indispensable que tuviera que ser en moto? ¿Y no en otro tipo de vehículo o en otro formato?

Yo creo que, o a mí, como entiendo yo la aventura, es que necesitas un vehículo. O a mí me gusta con un vehículo porque te puedes salir de la ruta. ¿Propio? Sí, propio. Porque te puedes salir de la ruta que todo el mundo sigue. Que al final, quieras que no, en cualquier país, por muy lejano que sea, por Mali, hay una ruta que los cuatro turistas que van aunque sean cuatro, acaban siguiendo la misma ruta. Tienes un autobús y tienes una infraestructura que más o menos está pensada. Entonces, yo con un vehículo soy capaz de salirme de allí. Y hay zonas peligrosas que suelen tener historias interesantes, que el El transporte público muchas veces no te quiere llevar. Entonces, para mí el vehículo es importante y luego la moto es la moto. Disfruto cada día que yo arranco la moto, por muy cansado que esté, igual vengo mal o de tres días sin comer bien, yo arranco la moto y se me pone la sonrisita del primer día y soy feliz. Me puedo tirar horas y horas en la moto. Es esa sensación de libertad, de estar en contacto con el ambiente. Al final, en coche, te metes en una burbujita, pones tu aire acondicionado, tus ventanas, y no sabes qué está pasando fuera.

La gente tampoco te puede te puede tocar, entonces tienes una especie de barrera que no te permite conectar tanto. Y con la moto, pues eso, la gente se puede acercar, te puede tocar, rompes ya esa barrera psicológica de la gente que te siente más cercano. Y luego tú, cuando vas conduciendo, notas que están cocinando pollo ahí alante y lo hueles. Y de repente, hueles que hay un río o hueles la humedad del agua por aquí. Y estás fuera, estás en la calle. Dentro de que estás en el casco, estás fuera. Y sensación de libertad, lo típico de la moto. Quien es motero... Lo sabe, ¿no? Lo sabe.Tú no tienes moto, ¿eh?No.

No, no, no. Yo creo que me hubiera matado con una moto. Siento como soy, creo que estaría ya con San Pedro. Pero no, no descarto algún día pillarme una gorda. Una gorda, una Harley, una Triumph. A mi, Harley me gustó mucho. Triumph también siempre me ha gustado mucho. Una moto grande y cómoda para ir yo bien ahí bien puesto. Yo te veo. No tanto a la aventura, eso sí que no, porque eso, claro, ahora hemos visto lo bonito, que sí que es verdad que yo he visto vídeos tuyos que la verdad, incluso viéndolo en casa, ese momento de GoPro o cámara de acción que uses, primera persona y verte por una carretera una carretera llena de árboles a los lados, loca, perdida. Impresiona, ¿no? O sea, ¿qué sensación tienes cuando vas por esas carreteras perdidas donde no sabes qué vas a encontrar? ¿Qué tienes ahí, tío?

Hay momentos que tampoco son tan que quieres de encontrar, pero hay veces que te metes a lo remoto, remoto. Sabes que no hay camino, alguien te dice que hace 20 años había un camino que pasaba, ahora han construido otra carretera que ya lo bordea. Entonces, estos momentos hay una sensación rara, o yo por lo menos la tengo, de una soledad Un momento de soledad muy extrema. No de soledad mental, sino de soledad física. Me estoy metiendo en otro planeta y es raro de explicar, solo lo he sentido en estos sitios. Y dices: Vale, aquí estoy yo, no puedo tener problemas porque nadie va a venir a sacarme. De normal, O sea, estás solo, que tampoco tienen por qué venir, pero igual tienes suerte y siempre hay alguien. Pero en estos sitios se te activa un sexto sentido de: Vale, aquí me he metido yo, y sé que en 300 km no hay nadie o 500 o los que sean. Ojo, y me gusta, o sea, tiene una parte muy romántica, pero se activa, o a mí se me activa un sentido de alerta, de ojo, que te estás metiendo en un sitio, que a ver qué hay, quién hay, qué viene, qué te pasa, la moto no tengas una avería, un pinchato.

Pero hablaremos de estas cosas, hablaremos de anécdotas, historias que te han pasado loquísimas. ¿Cuál es la yendo en moto, ¿cuál es el escenario, el momento más bonito que te ha quedado en la memoria? El que digas tú: ¡Guau! Estoy yendo por moto y yo qué sé, una cantidad... O sea, algo que digas: Es el momento más bonito que estoy viviendo estéticamente.

Muchísimos. O sea, puestas de sol, a mí hay veces que... También tienes tú el mood ese, que estás un poquito más como receptivo y de repente ves unos news de fondo. El sol que se está poniendo, espectacular. Un bob-bub por aquí, un río que pasa, tú te sientes en paz con la moto y dices... Te quedas allí cinco minutos en bobao, ves como el sol va cayendo, no tienes prisa y disfrutas mucho. Y según me lo contabas, a la cabeza me venían momentos con animales. Animales, elefantes, cara a cara, búfalos. Esos momentos con un animal cara a cara, puro, me han gustado mucho estéticamente. Y luego, es que he visto mucho. No te sé decir uno, el Esoto, por ejemplo, que son todo montañas, va subiendo una montaña. Hay veces que como que te emborrachas de belleza. O sea, llevas horas y horas y horas viendo un paisaje que parece que no...Eso.

Es un estendal, ¿no? Que la belleza, el arte, te puede dar incluso un síncope, algo de la belleza pura, que puede ser de una pintura o de una obra artística. Te puedo dar eso, como te embriagas.

Sí, es tanto que dices ya... Incluso acaba perdiendo valor porque llevas cuatro horas conduciendo por un sitio que va un río, una puesta de sol, el césped verdecito que parece que lo han cortado, pero son cientos de kilómetros. África es espectacular. El desierto también me parece muy bonito. Ha habido momentos en el desierto, que he parado la moto mitad del desierto solo viendo arena y dunas por todo, ver el sol cómo se va poniendo, ver esta neblina cuando sopla el viento que levanta esta neblina, que se pone todo el cielo naranja. Hay momentos muy bonitos en todos los escenarios, en la selva, la jungla es espectacular. Cuando estás metido en una jungla frondosa, verde, el olor a jungla con tu moto, ves a lo lejos, pues eso, más jungla densa, a más no poder, también. O sea, es muy bonito. Hay momentos que... Cientos, te diría.

Sí, es espectacular.