La cárcel, ¿cómo es para ti? Aunque mucha gente diga: Hombre, tampoco son tantos días. Bueno, es más de un mes.

Pero yo no sabía lo que iba a estar.

Claro, ¿y te meten en aislamiento luego? Tú cuando entras, ese primer día, ¿cómo estás de ánimos?

A ver, yo soy una persona que cuando pasa la cosa, o sea, cuando pasa lo malo, me crezco.

¿cómo te detienen para empezar? No entiendo que no estás ni avisado.

Yo vivo en San Nicasio. De repente, a las cinco y mucho de la mañana, casi seis, hace la puerta y la abren. Y de repente entran y suena otra vez y vuelven a abrir. Y me hace un tío: Hola, amigo. Ponte el pantalón y vente con nosotros. Yo sabía que eran policías porque eran un montón. No era uno, era el que iba adelante. Entonces, estabas durmiendo, entiendo. Sí, pero me hicieron así y me despertaron. Y van con escopetas y con fusiles encapuchados enteros, en plan antiterrorista de verdad. Y yo en calzoncillos con mi novia. Entonces, me puse el pantalón, a ella la echaron y ahí empezó mi periplo.

¿te dan un momento para poder recoger muchas cosas? ¿O es vístete? No recoges nada. Nada, cero.

Manos a la espalda. Me dejaron ponerme un pantalón y unas zapatillas sin calcetines. Y gracias. Y gracias. A la otra la echaron y empezaron a rebuscar todas mis cosas, que, por cierto, me robaron un montón de cosas. Pero un montón. Que luego no estaban en la lista y me lo ¿Y no te la robaron? Espectacular. Me pillé un cabreo.

¿hay cosas importantes para ti?

Pues fíjate, se llevaron mierdas que me podía volver a comprar, porque me robaron la play, por ejemplo. Me robaron... Te quitaron la Play y no te la dan de vuelta. No, no lo ponían en la lista. Me robaron cosas que valen dinero, pero que para mí no tenían valor más allá del dinero. Y sin embargo, las cosas que eran irrecuperables, pero que para una persona normal, a lo mejor lo ve y dice: Esto es una cosa vieja, pues no lo cogieron. Y tuve suerte con eso, porque si no me lo hubieran quitado para joderme. Claro. Ahí me estuvieron puteando en el arresto. No todos, porque había policías majos, pero había alguno que te decía: ¿Qué cojones tenéis? Y me lo decían. Yo no soy nada CAP, me parece una actitud ridícula y infantil. Hay policías buenos y hay policías malos como en todos los sitios, y yo diferencio mucho la policía de el policía. Yo en ese sentido no tengo especial ni malversión por nadie, y a mí me han robado ahí, a mí hubo algunos que me pegaron.¿Ahí?Sí. No, no ahí, no, cuando me movieron.¿Sí, también?Sí, que me ponían las... Yo tengo un problema en el hombro, tuve una lesión hace muchos años, me ponían el hombro malaposta para joderme.

Había algunos que se dedicaban a joder porque no hacen bien su trabajo y ya está. Eso era una vergüenza para la policía. No pasa nada por decirlo. Y a mí me putearon bastante. Y cuando me enregistré todo con ellos, hicieron lo que les dio la gana, y de allí me mandan al médico, que le dije lo del hombro y me dijo: Bueno, chavalote. Y fuera, un señor mayor, en plan riéndose. Y de allí me llevan a la audiencia, la audiencia me tiró 54 horas, no me acuerdo cuánto fue, fueron dos días y algo.

Que te van preguntando, entiendo.

No, en una celda con un colchón, con un flower centro que hacía así... Fuimos a ver dependencias feas. Y por ejemplo, ahí había un policía muy majo y dos muy subnormales. Había dos muy mayores que estaban ahí, que empezaban cabeza abajo, como si fuéramos terroristas de verdad. La sacaron y se ponen a chillar, y no le hacemos ni puta caso, y el viejo se ponía ahí superrabioso. Y nos trataban mal. Y llegó un policía encapuchado y le dijo: No han sido juzgados, relájate un poco. Y lo otro: No, que te relajes un poco, tú no sabes quién es esta gente. Si lo supieras, lo mismo te gustaría. Al plan supercortante, un encapuchado. Y dije yo: Qué bien, ya puede haber esta y esta antes cuando me andaba apretando. Y había algunos que se notaba el respeto, pero luego había algunos muy perros. Pero bueno, que esto es como todas las profesiones, no judo, había muchos policías ahí. Luego hubo una situación muy graciosa en la casa. Yo cuando estas casas me la tomo con humor, porque si no te vuelven loco. Y fue buenísimo. De repente hay un tío encapuchado, pero que pesaba 20 kilos con el ordenador así, que era el informático, estaba ahí...

Y me llevaron a la cocina. Y dice: ¿Qué Con esto te hemos pillado con el ordenador. Y le miro y digo: Vamos a pillar videojuegos. Que no había nada. Y el tío: Sí, yo soy muy bueno y te voy a pillar porque yo: Vale, Hacker Man, tranquilo. Y el tío: Sí, sí, ya verás, te vamos a cagar por gracioso. Nada. Miraban los pendientes y no habían nada. No había nada, había el consorte de la universidad y gilipolleces. O sea, que eso por las pruebas también, nada. Luego estamos en donde el este, que trabajan de comer... Un consejo para si detienen a alguien.

Que seguramente hay alguno que está ahí...

Si pasa eso, come siempre. Es decir, no digas: Qué asco. No sabes lo que vas a estar ahí. Y tú come y, por lo menos, no te haber desnutrido, que es lo que quieren algunos ahí para putearte. Come. Si te ponen aluvio, a mí no me gustan los aluvios, pues me las comía, están ricas. Yo comía, intentaba dormir todo el rato porque estaba solo en una colchaneta, tignosa, pasando frío y con la luz todo el rato, día y noche, ahí la luz, era como: Joder, macho. Y eso lo pasé casi peor ahí que en la cárcel.

¿qué pensabas ahí? ¿Ahí estabas asustado?

A ver, yo no sabía si iba a ir a la cárcel o no ahí, porque de ahí te llevan a la audiencia, que estuve con un italiano sicario que había matado un tío y decía: No entiendo por qué voy a ir a la cárcel, no entiendo por qué me deportan. Y yo mirando así, y el policía que nunca ha hecho en el caballero me mira así y hace: Si puedo, te cambio de calabozo. Y era un loco, le había metido un tiro a un tío, no sé si se la habrá cargado o no, pero era un loco, no sé si era la mafia o qué. Y estaba diciendo que no lo entendía y a gritos contando su historia, yo pensando: Claro que va a ir a la cárcel. ¿Qué te piensas que es esto?. Y dice: No, esto eran amenazas. Y el policía: Pero si era como una pistola. ¿Amenazas?. Y era como: Este tío está perturbado. Y me llevaron con Eloy Velasco, y Eloy Velasco me hizo un interrogatorio. Le faltó tener como un palo de señorita Rótermella y hacerme así. A mí no me han intentado ahogar tanto en la vida. Y me acuerdo que con Marlasca, hablo con él, intentó llevar al confidente a hablar a un programa suyo.

Y claro, nosotros escribimos al juzgado en plan: Esto que es de risa. Encima que es el confidente, encima va a ir allí a hacer secretos de sumario. Nos estás vacilando y no le dejaron. Y decía: Sí, tenemos las intervenciones en la que quedan como unos pringados, no sé qué, y la intervención es la siguiente. Algo yo, acojonadísimo, porque claro, es que la gente es como: No, tú puedes afrontar y echarle dos cojones, pero tú por dentro estás en plan de madre mía. Estoy con Eloy Velasco, loco, haciéndome así, llamándome terrorista y diciendo que si los explosivos y que si voy a poner una bomba aquí en España... O sea, diciéndome eso en la declaración. O sea, el juez instructor y yo estaba en plan de...

Me va a caer una.

Me va a caer una, claro, y es como: A ver si piensa que voy a estar yo ahí así de: Venga, ¿a quién más me da?. Pues si fuera verdad, estaría así. Pero si es mentira encima y me voy a comer ese paquete, pues obviamente no voy a estar feliz. Es un cambio de tu vida. Y yo me hice el tonto. Yo me hice el tonto como un campeón. Yo estaba ahí en plan: ¿Nosotros cómo vamos a hacer eso? Si nosotros somos unos pringados, ¿cómo vamos a poner bombas nosotros?. Claro, en plan de: Ese Me siente que no, pero es que lo signifique más todavía en plan de: A mí no me vas a meter este marrón. Y luego dice: Aquí pone que os peleáis con otros grupos. Y yo le dije: No, es que bueno, nosotros, es cosas defensivas de que si vienen, nos vamos o nos vamos en grupo. A ver, no queda en plan de: Sí, el soviaz, vamos a matarles a todos. No queda así, pero es que yo no quería quedar así. Y empezaba Marlaska: Sí, mira lo que ha hecho. Y yo: Ve tú. Ve tú, Marlaska. Ve tú.

Ve tú a hacerlo. A ver qué haces tú. Pues ¿Te montas el papel para salvarte. No te jode. Y lo decía como haciendo de menos. Y yo estaba en casa así: Ahora mismo vamos a buscarlo a su casa. ¿Qué le pasa a él?

Tú no eres un kamikaze. Claro que no. A ver, que es mejor estar en libertad que en la puta cárcel.

Yo soy una persona con mucha sangre fría. Yo tengo carácter, Pero tengo el carácter muy templado. Yo tengo una capacidad... Mucho autocontrol. Sí, yo tengo mucho autocontrol y planifico mucho las cosas. Pero claro, yo estaba allí y dije: A mí no me va a vender este tío, que luego sale como si yo quisiera tentar aquí. Por supuesto que soy un pringado, yo no soy ningún terrorista, yo no me dedico a eso, yo me dedico a otras cosas. Y el otro en plan como de: Sí, ha dicho no sé qué. Y es como: Mira, lo cuento yo aquí. No tenía por qué haberlo contado, no se dijo nada en el programa ese, porque lo cortaron, pero vengo yo y lo digo. Claro que lo hice, pero es que eso es lo inteligente, lo contrario sería ser...

Ser un tonto. Ahí mostrar la prepotencia o chulería o por algo que no.

Luego, en la cárcel cuando me llevan.

Que todavía te llevan a la cárcel.

Me llevan en un furgón y claro, yo iba con el chico curdo, que es un personaje con otro amigo mío que es un monstruo de grande, o sea, es un tío que es muy potente físicamente. Potente de verdad, de alto. Musculoso. Y pesaría 140 kilos. El típico muy grande, muy resolutivo, una verdadera bestia. Y estamos esforzados en el camión, estamos ahí... Y nos meten a un tío, que era un junkie, que se había cortado para ir al hospital. Y íbamos en una furgoneta de la Guarda Civil, no fuimos en autobús ni nada, y de repente empieza como a rascarse raro. El kurdo estaba pensando ya en pegarle, en plan: Este tío quiere hacer algo raro. Ese fue el primer contacto con gente de tal. El kurdo ya había estado en la cárcel, porque que estaba a veces aquí en la cárcel, pero luego le sueltan y la suelven, o sea, es en plan persecución. Y era un tío muy duro también, era este tío, había sido guerrillero, sí. Y cuando estamos allí, él nos dio una arenga, sobre todo a mí, y me decía: Roberto, en la cárcel hay que ser hombre. Y dice: Tú no te metas con nadie.

Y dice: Pero si alguien te toca huevos, ¿por qué hablas así?. Y dice: Te matas con él. Y dije yo: Vale. Y lo hice, y de hecho, cuando estuve con ayuda luego en extremera, me dijo: ¿Tú cuántos años llevas aquí?. Me dije: 40 días. Me dijo: Tío, pues te mueves como si la llevaras aquí.

Porque te ha pasado que te buscaron.

Sí, Pero este me enseñó mucho. El chico este curdo me enseñó mucho y luego me junté con gente que tenían solidaridad de preso, de que ayudan a otros presos, te ayudan a enfocarte. Y a mí me vino muy bien, porque si no hubiera tenido muchos problemas. Yo tuve un problema con un... No sé si era Moro, Sirio, donde fuera, porque había mucha gente del Estado Islámico y tuve un intercambio de opiniones con él y me llevaron a la Galería de Castillo.¿Era el Estado Islámico?Sí. Sí, le tuve que pegar. Y me llevaron a la... ¿Lo encontrasteis de.? Estaba yendo como al psicólogo y él estaba... Esquimera es un sitio muy moderno y es como pasillos largos, cortados, y hay como galerías. Entonces, yo iba como para el psicólogo y él, no sabemos por qué, se abrió la puerta, no sé qué, tenía como algo, y le pegué. Y me llevaron a la galería corta, a Yudi y con Luis el gitano, que ahora te hablaré de él, que es muy famoso. ¿Sí? Sí, me hice muy amigo suyo. De hecho, si sale de la cárcel, espero poder quedar con él.

¿es muy famoso ahí?

Es muy famoso en todos lados. Yo también te voy a contar quién es y vas a saber quién es.